Recibí dos textos en mi bandeja de
hotmail, titulados: “Apreciable C. Alejandra Frausto I y II”, y creo que antes habían llegado otros escritos del mismo gentleman: intento leerlos pero me vencen los bostezos, no sé si me los envían para que le conteste o para que lea la sarta de estupideces que escribe sobre mí. No sólo habla de mí, sino también de otros escritores a quienes seguramente sueña día, tarde y noche. ¿Pero, de dónde sale este Miguel Casal de las letras guerrerenses, porque hasta hace algunos años nadie lo conocía? ¿Qué le dijo Aída Espino a este supuesto caballero para que viva en su burbujita de jabón?
Escamotea
Conocí a Gustavo Martínez Castellanos, hace ya algunos años, cuando Aída Espino lo puso como capataz en la Dirección de Cultura y era él quien se encargaba de
todo, era el sabiondo: presentaba libros, impartía talleres, dictaba conferencias y hasta se erigió como el salvador de la cultura en Acapulco, sí, cosa de locos. Obviamente cobraba, y muy bien, eso es válido, pero lo cuestionable, es que en aquellos tiempos los demás escritores del puerto sólo observábamos como se engordaban los bolsillos de este sujeto, que ni tardo ni perezoso aprendió a hacer sus mañas, pues me tocó ver un recibo donde estaban por pagársele $50,000. En este tiempo Martínez Castellanos era el escritor apechugado por la directora de cultura mientras duró su gestión. Hasta ese momento este escritosete berrinchudo no sacaba
el cobre, andaba muy bien portadito y a todos saludaba con mucho cariño, derrochaba amor por toda la calle Hornitos. Sin embargo, la cosa cambió cuando don premio nobel de literatura de su cuadra, se dio cuenta que le comían el mandado, pues la comunidad cultural solicitó al Presidente Municipal en turno que removieran del cargo a Aída Espino ―no es necesario decir el nombre porque cualquier edil o persona cuerda hubiera hecho lo mismo― pues entre el gentleman y Espino habían tramado que el cargo de directora de cultura continuara por mucho tiempo, y a ninguno de los dos se le notaban las mínimas intenciones de dejar el puesto.
No nos hagamos tontos don sabelotodo, todo tu odio y rencor acumulado a partir de ese tiempo pasa por el simple hecho de que sustituyeron a tu benefactora en la Dirección de Cultura, pero pasa más por el hecho de que te quitaron tu minita de oro y eso sí que te dolió, tanto que se nota que aún no te repones del trancazo. De ahí en adelante has venido escupiendo miserias con el afán de recuperar el dinero que te tocaba solamente por hacerle al tonto poniendo a la doña como mesías de la cultura en Acapulco. Recuerdo muy bien que en aquel tiempo don sabiondo me dijo: ―”Toño, intégrate al taller que doy en Sala Hornitos, ya tengo luz verde para que de mi taller salgan los premiados del Concurso Nacional y Estatal de Cuento José Agustín” (además de otras propuestas que me parecieron dignas de un gran tranza). Y se nota que el gentleman de las letras guerrerenses tenía luz verde, pues échenle un ojo a la página oficial de este concurso (http://premiojoseagustin.org/historia.html) y verán que más de la mitad de los ganadores han asistido a su taller, aunque luego lo abandonan, sus dizque alumnos y de quienes ha dicho que han obtenido premios y merecido becas nacionales, aunque no sé en qué mundo literario ha sucedido esto, y de qué premios y de qué becas nacionales habla. Estos tres chicos serán escritores mientras continúen contigo, de lo contrario serán considerados por tu juicio cicatero como escritorcillos del montón, mozalbetes inútiles, borrachines como los que vienen al Encuentro de Jóvenes Escritores; greñudos, con barbas sin rasurar y mal vestidos. Sin embargo, ya se notó que sólo está criando cuervos que después lo abandonan y le sacan los ojos, y no es para menos, después de exagerar las supuestas cualidades de tus “tallerandos” mientras te sirven, pues tarde o temprano terminan enemistándose contigo. La razón es por demás sabida, te encanta el elogio, el mitote de lavadero y estás hambriento de poder.
Lo que fue el acabose y resultó de muy mala leche para quienes “conocían” al señor caricatura y por lo cual decidieron terminar toda relación con el gentleman; fue que este tipejo le robó $5000 al sacerdote y escritor dominicano Daniel Baruc, que le entregó de buena fe ese dinero para la supuesta edición de una plaquette de poesía, finalmente mal elaborada y con pésima edición. Por cierto ¿quién fue el editor? el “patrón de la sapiencia”, y quien guste revisarla, tengo un ejemplar de la misma. Es triste que ni don Casal de las letras ni la doña tengan vergüenza y aún estén pensando en volver a ocupar nuevamente sus “puestos” en la Dirección de Cultura. Don premio nobel de literatura de su cuadra ha pasado los últimos meses de su mísera vida haciéndole a la llorona mientras tanto, aquellos a quienes critica siguen escribiendo y por su trabajo: obtienen premios, así como becas y además publican en editoriales de prestigio. Ese afán que tiene por demeritar a los escritores Jeremías Marquines y José Dimayuga, no es gratuito, lo hace porque los dos le llevan una considerable ventaja de muchísimos kilómetros literarios recorridos, y no es sólo porque los dos pertenecen al Sistema Nacional de Creadores, o por sus becas, sus premios o únicamente por su obra escrita, sino por el verdadero aporte literario de ambos no sólo a los jóvenes escritores guerrerenses sino a escritores de otras latitudes del país. Seguro esto le arde a cualquier envidioso y le ocasiona fuertes diarreas. Para muestra basta preguntar a los jóvenes escritores no sólo del estado de Guerrero, sino a los de otros estados, en relación a quiénes consideran que son los escritores guerrerenses que tienen como referentes literarios. Cierto es que alguno que otro chavo del puerto sabe ya de la existencia de Gustavo Martínez Castellanos, pero no por su calidad literaria, sino por su
bobaliconería y por su lloriqueo marica.
En lo particular, admiro la literatura de dos escritores guerrerenses que radican fuera del terruño, Julián Herbert y Andrés Acosta, el primero ha sido muy criticado por sus severas opiniones sobre la poesía y la literatura mexicana reciente; el segundo, es actualmente a mi parecer, uno de los mejores narradores del país. Mi pregunta es, don señor sapiencia: ¿Por qué no intentas imitarlos siquiera, por qué no les envías tus textos y escribes algo al nivel literario de Julián Herbert o de Andrés Acosta? Neto, realmente quiero leer lo que escribes, porque lo único que conozco de tu obra, además de tus panfletos, es un cuento muy jodido que andabas presumiendo, y lo de presumir en ti no me sorprende, ya sé que es tu onda, pero eso de mostrar basura y decir que no te valoran, que tienes más enemigos que amigos por culpa de “tu calidad literaria”, que no eres escritor del “sistema” y no sé qué tantas mafufadas más. Míster, ya no lo hagas sólo por la frustración alimentada en ti durante todos estos años, hazlo al menos por tus tres alumnos. Si en realidad eres muy chicho como andas pregonando, ¿cuál es tu miedo que tus dizques tres alumnos asistan a un Diplomado en Creación Literaria avalado por el INBA? Ambos sabemos la respuesta, pero sigue haciéndole al occiso que no ve ni escuchada nada: primero homofóbico, y después te das golpes de pecho.
Por ahora me guardaré lo demás, pero voy a empezar jugando con los textos que me llegaron, titulados: Apreciable C. Alejandra Frausto I y II
Acapulco, Guerrero, 27 de enero de 2012
C. Alejandra Frausto
Directora General del Instituto Guerrerense de la Cultura
I
Espero que se digne a leer esta carta y después se dirija a mí. Sé que usted no da respuestas o que le responde al gobernador (y no a mí) y luego se quiere embolsar las ideotas que cargo en mente. Si esta vez no me responde, créame que por las Ladys de Polanco aprovecharé para entregarle todas mis propuestas y quejas en Word, Excel y Power Point a mi señor gobernador el día que lo vuelva a ver, porque es mi señor gobernador, ya que yo sí nací en Guerrero y, usted es del D.F.
Mi primera propuesta es que haya declamadores, muchos declamadores como en la escuela donde va mi sobrino, si usted asistiera, aunque no sé por qué no se digna a asistir, hasta la harían llorar los declamadores. En nombre de todos, todos los guerrerenses, quiero darle mi segunda ideota: pienso formar un Taller de Creación Cuentística de donde saldrán todos los premios nacionales de cuento en menos de lo que canta un gallo, mi taller será mejor que su diplomaducho, es más, será mejor que los de la UNAM y el INBA, porque aquí lo voy a coordinar yo, aunque usted ignore mi capacidad y la diferencia entre un diploma y un cuento.
Apreciable C. Alejandra Frausto, algo que usted debería de saber es que traigo en mi compu las mejores frases según taringa, ahí va una:
Te tengo una gran admiración, por eso te tengo en mi corazón. Tal vez crea usted que esto es un poemita pero le juro que no, es más no hay poemitas ni poemotas, no sé porque dije eso, jejeje. No sé si usted aparte de ser directora del IGC, sea espía del FBI, de la PGR o bruja de Catemaco, porque de otra manera no me explico cómo es posible que todas mis ideotas lleguen a sus manos, mire que llevo ya varios años maquinándolas. Le recuerdo que cuando usted se vaya, tendré mucha, pero mucha chamba que hacer, ya que sacaré al estado del enorme rezago cultural en el que usted y sus secuaces lo han metido.
En primer lugar, déjeme informarle que según el wikipedia en su acepción clásica, se llama diploma a cualquier instrumento o documento expedido por alguna autoridad pública, y un cuento es una narración breve de carácter ficcional protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo. Esto lo digo por si no se lo enseñaron en la primaria. También déjeme informarle que mi taller lo tomará todo el mundo, en cambio a su diplomado de quinta sólo asistirá Manuel Añorve Baños, jajajaja, fue un chiste.
Vista de este modo, mi propuesta es más amplia, profunda y eficaz que la suya, y se la he ofrecido al gobernador para que funcione en todo el estado en las mismas condiciones y con los mismos resultados. ¡Y qué digo los mismos resultados! Serán más y mejores resultados. Seguro que usted no ha pensado en cómo llenar su diplomado, no se preocupe, yo le diré como hacerlo: diremos que Aída Espino será la nueva directora del IGC y como la comunidad cultural no la acepta porque he provocado con mis ideotas que salga mal con medio mundo, llegarán todos los cultureros, y listo, cómo la ve. ¿Sí o no soy todo un genio? No sé si ya se dio cuenta que el negocio es redondo: imparto mi taller, edito e imprimo los libros, los presento y si algún pupilo gana algo, digo que es mi ahijado o que soy su padre, literario, no vaya a pensar mal.
Por último C. Frausto, el día de la amistad me enteré que usted reprobó 4º de primaria y que se pinta el pelo de negro para parecer acapulqueña, pero no, usted es de la Condesa o de Las Lomas, a mi no me engaña, aparte de que soy intelectual, cronista, narrador, dramaturgo, traductor, poliglota, periodista, hombre de closet y homofóbico, tomé un curso en diseño de modas; además también yo tengo espías, sino porque cree que digo tanta pendeja.
II
Sé que mi envío anterior generó divorcios, reconciliaciones, la caída en picada del dólar de $11.50 a $11.20, así como los tres goles que México le marcó a Venezuela (y una llamada anónima, donde por cierto, me engañaron, pues me dijeron que Aída Espino, volvería a la Dirección Municipal de Cultura porque así lo había pedido la comunidad cultural entera.) Como soy un hombre de ideotas, le envío mis propuestas para llenar el Diplomado en Creación Literaria.
1.- Agárrese del chongo con cualquier artista y después póngase labial, tómese unas fotografías y mándelas por correo a sus contactos, si me las pasa yo las reenvío, tengo 50 mil contactos que me siguen y mi columna es la más leída del orbe.
2.- Vístase de blanco, así como si estuviera loca y hágale a la llorona y cuando esté cerca del gobernador aproveche para entregarle fólders, cartas, sobres, bitácoras, etc.
3.- Mande a poner una escultura de Aída Espino así como una placa que al pie diga: Primerísima Promotora Cultural de Acapulco para el Mundo. No, mejor que diga: El Sacal de las Letras, el Hombre de las Ideotas.
4.- Arme plantones mitoteros en los eventos culturales a los que no la inviten y si no le hacen caso, miénteles su madre, eso sí, váyase peinadita porque seguro sale en televisión. De preferencia hágalo cuando asista el Presidente Municipal o el Gobernador del Estado.
5.- Entregue uno que otro premio a mis tres pupilos, si no seguiré enseñando
el cobre y mi arrogancia de tapanco.
Apreciable C. Alejandra Frausto, tal vez usted piense que soy un chistólogo, que no tuve infancia o que me dolió mucho que ya no sea el todologo de la Dirección de Cultura. La verdad yo quiero ser el nuevo José Agustín, pero sólo tengo un libro publicado, titulado: Mamá soy gustavito, tavito,
mito, no haré travesuras.
Por cierto, señora Alejandra Frausto, su IGC está quedando bonito, pero se vería aún más bonito si me pusiera a mí, a impartir mi taller de cuentística. No sé por qué usted hace todo a espaldas del pueblo, de mi pueblo, mi Guerrero, mi Acapulco. ¿No le han dicho que soy la voz de mi Guerrero?
Eso de una escuela de escritores es un insulto a la capacidad intelectual de los guerrerenses, por qué nos insulta y nos humilla de esa manera. Según mis investigaciones a lo largo de 6 años
todo diplomado termina con menos asistentes que con los que inició. Nos quiere ver la cara, piensa que somos tontos. Le recuerdo que somos muchos en mi taller (4 asistentes) sólo espero que no me abandone el último chico al que le dimos el Premio José Agustín, fíjese que ya empieza a dejarse el cabello largo y eso no me gusta. La otra vez lo descubrí que anda leyendo los libros de estos muchachos mal educados que beben alcohol y echan desmadre en los encuentros literarios.
A ver dígame ¿Quiénes impartirán clases en la Escuela de Escritores, yo, Jeremías, Jeremías, yo, Jeremías? Lo que pasa es que no sé qué tiene ese tipo que me trae zorra, quiero quitármelo de la cabeza pero no puedo, la otra vez, no me lo va a creer, pero me preguntaron mi nombre y dije: Jeremías Marquines, y si no es por una chica que se rió a carcajadas de mí, no me hubiera dado cuenta, se lo juro, directora.
Antes, era muy bien visto erigir escuelas. Hacían falta. Ahora, sobran. Además, toda escuela pública en Guerrero tiene tremendos problemas laborales y financieros. Vea Ayotzinapa; la UAG, la UPN, Sentimientos de la Nación, los Tecnológicos. La OFA lleva sexenios sin aumento en su presupuesto; a su Conservatorio ingresan quienes tienen dinero. Su producción de músicos profesionales es mínima. En cambio mi taller será maravilloso, espléndido, de otro mundo. Ya no necesitaremos universidades en Guerrero. Les saldrá barato. ¿Para qué mantener a tanto holgazán y flojo que ni estudia y sólo toma por asalto autobuses y gasolineras? En mi taller está la solución al rezago educativo y cultural del estado, créame. Mis proyectos despertarán a los guerrerenses, a mis alumnos les pido que saquen el Fua, y listo. No se burle, créame, téngame fe como Baruc.
Mis propuestas C. Alejandra Frausto, no son un desmadre, son una realidad, lo suyo es un insulto. Lo digo en serio, aunque se ría. Si gusta puedo aceptarle un cafecito y darle más de mis ideotas, pero si quiere que vaya con mis tres alumnos al Diplomado tendrá que pagarme, si no, no voy. Por cierto, una última ideota: ¿Cuánto me van a pagar?
Felicito al poeta atoyaquense Jesús Bartolo Bello, quien la semana pasada ganó el Premio Nacional de Poesía Mérida 2012.
Te abrazo Acapulco donde quiera que estés.
Antonio Salinas